La casa es de estilo rústico, con una fachada de piedra y techos de tejas rojas. Tiene un amplio jardín con árboles frutales y flores de colores vibrantes que contrastan con el verde intenso del césped. La entrada principal está adornada con una puerta de madera maciza y grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural. En el interior, se encuentra una decoración cálida y acogedora, con muebles de madera y detalles tradicionales como alfombras tejidas a mano y cuadros al óleo en las paredes. La cocina es espaciosa y está equipada con electrodomésticos modernos, mientras que el salón cuenta con una chimenea de piedra que crea un ambiente acogedor en los días fríos. Las habitaciones son luminosas y confortables, con ropa de cama de alta calidad y vistas al jardín. En el exterior, hay una piscina rodeada de tumbonas y un área de barbacoa perfecta para disfrutar de comidas al aire libre. En resumen, esta casa es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de la tranquilidad del campo.
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