La casa es una vivienda de dos pisos ubicada en una tranquila y arbolada calle residencial.
Construida en un estilo colonial, cuenta con una fachada de ladrillos rojos y techos de tejas color terracota. El jardín delantero está cuidadosamente mantenido, con un césped verde y frondosos arbustos florales. En el porche delantero, se pueden ver dos mecedoras de mimbre donde relajarse y disfrutar de la vista.
Al ingresar a la casa, se encuentra un amplio recibidor con piso de baldosas blancas y una escalera de madera tallada que conduce al segundo piso. El salón principal es espacioso y luminoso, con grandes ventanales que permiten la entrada de luz natural. La sala de estar está decorada con muebles de estilo clásico y una chimenea de mármol que añade un toque de elegancia.
La cocina es moderna y funcional, con electrodomésticos de acero inoxidable y una isla central con taburetes para disfrutar de comidas informales. El comedor adyacente tiene una mesa de madera maciza con capacidad para ocho personas, ideal para reuniones familiares y cenas formales.
En el segundo piso, se encuentran los dormitorios, cada uno con su propio baño completo y armarios empotrados. El dormitorio principal es especialmente impresionante, con una cama king size, una chimenea de piedra y un balcón privado con vistas al jardín trasero.
El patio trasero es un oasis de tranquilidad, con una piscina rodeada de tumbonas y un área de barbacoa cubierta perfecta para entretenimiento al aire libre. El jardín está lleno de plantas exuberantes y flores coloridas, creando un ambiente sereno y relajante.
En resumen, esta casa combina la elegancia del estilo colonial con las comodidades modernas, creando un hogar acogedor y sofisticado en un entorno idílico. Es el lugar perfecto para aquellos que buscan una vida tranquila y confortable en un entorno pintoresco.
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