La descripción original es bastante detallada, pero se pueden añadir más detalles para enriquecerla y dar una imagen más completa del lugar o del objeto descrito. Por ejemplo, si se está describiendo un paisaje, se pueden incluir referencias a la flora y fauna presentes, el clima, los sonidos y olores característicos de la zona, y cualquier elemento geográfico relevante como ríos, montañas o valles. Si se trata de un objeto, se puede ampliar la descripción mencionando su historia, su utilidad, su material de fabricación, su tamaño, su peso, su color y cualquier detalle distintivo que llame la atención. En general, una descripción se enriquece añadiendo información que permita al lector imaginarse el lugar u objeto descrito con mayor precisión y detalle.
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