DESCRIPCIÓN:
El sol comenzaba a despuntar en el horizonte, pintando de tonos naranjas y rosas el cielo despejado. El suave murmullo del viento acariciaba las hojas de los árboles, creando una melodía tranquila y armoniosa. El mundo parecía despertar lentamente bajo la luz cálida de la mañana, con cada criatura retomando sus actividades diarias.
En el prado, las flores comenzaban a abrir sus pétalos, mostrando sus colores vibrantes y exhalando un perfume dulce que llenaba el aire. Las aves revoloteaban en busca de alimento, cantando melodías alegres que se mezclaban con el suave rumor del arroyo cercano. El bosque, con su manto verde y frondoso, era un remanso de paz y vida en medio de la naturaleza.
En ese escenario, un zorro curioso se asomaba entre los arbustos, observando con atención el bullicio matutino. Sus ojos astutos brillaban con picardía mientras evaluaba sus posibles presas. Con paso sigiloso, empezó a moverse en dirección al campo, preparado para cazar su desayuno.
Así, entre la calma y la belleza de la mañana, la vida seguía su curso en armonía con la naturaleza, cada ser vivo cumpliendo su papel en el gran ciclo de la vida.
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