DESCRIPCIÓN:
El sol comenzaba a descender lentamente en el horizonte, tiñendo el cielo de tonalidades rosadas y anaranjadas. Las aves revoloteaban en el aire, preparándose para regresar a sus nidos al finalizar el día. El sonido de las olas rompiendo suavemente en la orilla acompañaba la brisa marina que acariciaba el rostro de quienes paseaban por la playa.
La arena dorada brillaba con los últimos rayos de luz del sol, mientras las sombras se alargaban lentamente sobre ella. Algunas parejas disfrutaban de un romántico paseo, otras familias se divertían jugando en el agua o construyendo castillos de arena. El aroma a salitre y a brisa marina llenaba el ambiente, transportando a los presentes a un estado de paz y tranquilidad.
A lo lejos, se podía ver la silueta de un barco navegando en el horizonte, suavemente iluminado por los colores del atardecer. Las gaviotas volaban en círculos alrededor de él, como si lo escoltaran en su travesía por el mar. El espectáculo natural que se desarrollaba frente a sus ojos era simplemente fascinante, una perfecta unión entre el cielo, el mar y la tierra.
El sol finalmente se ocultó detrás del horizonte, tiñendo el cielo de tonalidades moradas y azules. Las estrellas comenzaron a brillar en el firmamento, iluminando la noche con su titilante luz. El sonido de las olas rompiendo en la orilla seguía acompañando a los presentes, creando una melodía suave y relajante que invitaba a la contemplación y la reflexión.
La playa, testigo de tantas historias y momentos inolvidables, se preparaba para recibir la noche con su manto de misterio y tranquilidad. Los últimos visitantes abandonaban el lugar, llevándose consigo el recuerdo de un atardecer mágico y la promesa de volver para disfrutar de la belleza y la serenidad que solo el mar puede brindar.
DESCARGAR: