La descripción inicial es corta y menciona de manera breve el contenido que se requiere. Al extenderla, podemos brindar más detalles sobre las características específicas y la importancia de la solicitud. Además, se pueden incluir ejemplos o casos prácticos para ilustrar mejor el tema en cuestión.
Por ejemplo:
«Necesito una descripción más detallada sobre los servicios que ofrece esta empresa de diseño de interiores, incluyendo información sobre su experiencia, estilo de diseño, clientes anteriores y proyectos destacados. Es importante conocer a fondo la gama de servicios que ofrecen, cómo se diferencian de la competencia y cómo han logrado satisfacer las necesidades de sus clientes en el pasado. Solicito esta información completa para tomar una decisión informada sobre si contratar sus servicios para mi próximo proyecto de diseño de interiores en mi hogar. Agradecería cualquier dato adicional, testimonios de clientes satisfechos o ejemplos de trabajos anteriores para respaldar su reputación y calidad en el mercado».
Esta descripción extendida brinda más claridad sobre lo que se está solicitando y proporciona al destinatario una mejor comprensión de las expectativas del cliente.
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