La decoración de la habitación era exquisita, con paredes en tonos cálidos y una iluminación suave que creaba un ambiente acogedor y relajante. Los muebles de madera finamente tallada y los detalles decorativos de estilo clásico añadían un toque de elegancia y sofisticación al espacio. Las cortinas de seda caían con gracia desde el techo hasta el suelo, aportando un toque de lujo y distinción. Además, una alfombra de lana de colores suaves cubría el suelo, añadiendo calidez y confort a la habitación. Todo en conjunto creaba un ambiente armonioso y refinado, ideal para relajarse y disfrutar de momentos de tranquilidad y descanso.
DESCARGAR: