DESCRIPCIÓN:
El día amaneció soleado y con una brisa suave que acariciaba el rostro de las personas que transitaban por las calles de la ciudad. El bullicio de la mañana parecía despertar gradualmente a los habitantes, quienes se disponían a iniciar su jornada laboral.
En las cafeterías, el aroma del café recién hecho invitaba a disfrutar de un desayuno tranquilo antes de sumergirse en la rutina diaria. Algunos se detenían a hojear el periódico mientras saboreaban cada sorbo de su bebida caliente, mientras que otros simplemente optaban por mirar por la ventana y observar la vida pasar.
En los parques, las personas se ejercitaban o simplemente paseaban disfrutando del buen tiempo. Los niños reían y jugaban en los columpios, mientras que los mayores aprovechaban para hacer ejercicio o relajarse en un banco bajo la sombra de un árbol.
En las oficinas, la actividad era frenética mientras todos se apresuraban a cumplir con sus responsabilidades laborales. Los teléfonos sonaban, las impresoras no paraban de imprimir documentos y las reuniones se sucedían una tras otra.
Pese al ajetreo de la vida cotidiana, en la ciudad se respiraba un ambiente de armonía y tranquilidad, donde cada individuo buscaba su lugar y disfrutaba de los pequeños momentos que la vida le ofrecía. Era un día más en la vida de la ciudad, un día lleno de oportunidades y experiencias por descubrir.
DESCARGAR:
