La feroz tormenta se desató sobre la tranquila aldea, azotando las frágiles casas con vientos huracanados y descargando una lluvia torrencial que inundaba las calles. Los truenos retumbaban en el cielo negro como la noche, iluminado por intensos relámpagos que dejaban ver los árboles retorcidos por la fuerza de la naturaleza. Los habitantes se refugiaban en sus hogares, temerosos de lo que podía suceder, mientras el agua se acumulaba inundando todo a su paso. El caos reinaba en el lugar, con ramas cayendo de los árboles y el sonido de las sirenas de emergencia mezclándose con los aullidos del viento. En medio de la oscuridad y el caos, la aldea luchaba por sobrevivir a la furia de la tormenta.
DESCARGAR: